La pregunta llega desde las cercanías de la veneciana Plaza de San Marcos. Y la formula Teresa Margolles, artista mexicana que fue seleccionada para participar en la Bienal de Venecia, que arranca con su edición número 53 la próxima semana. Y, fiel a su estilo, Margolles va a dar mucho de qué hablar: su proyecto titulado ¿De qué otra cosa podíamos hablar? incluye, entre otras cosas, que se trapee el piso del Palazzo Rota Ivancich, del siglo XVI, con el líquido extraído de telas impregnadas de sangre y lodo recabados en los lugares donde se han encontrado víctimas por las narcoejecuciones en México.
Teresa Margolles (Sinaloa, 1963) siempre se ha caracterizado por tomar la muerte como pretexto de creación y los cadáveres y cosas relacionadas con la morgue como soportes. Fue fundadora del colectivo SEMEFO, allá por los 90’s, donde también estuvo Martha Pacheco, otra que sabe muy bien de qué se trata eso de hacer de la muerte un arte. No hace mucho, los espectadores tapatíos levantaron las pestañas y se persignaron hasta que se cansaron porque Margolles montó, en la Casa Taller José Clemente Orozco, una exposición —titulada Tres minutos— que incluía una plancha de morgue donde se evaporaban los líquidos que se usan para limpiar los cadáveres. También colocó frases suicidas en las marquesinas de algunos cines abandonados —citas que resultaron proféticas: casi todos los cines ya fueron derrumbados.
El proyecto de Margolles para la Bienal de Venecia también incluye la distribución de 10 mil tarjetas para picar cocaína con la imagen de algún ejecutado por el crimen organizado, además de bordar con hilo de oro algunas telas ensangrentadas. Todo esto con un objetivo: provocar incomodida y tensión. Todavía no sabemos si lo va a lograr, pero de que dará de qué hablar, eso ya lo damos por sentado. Eso sí: el curador de la exposición, Cuauthémoc Medina, aclara que no hay un trasfondo político ni se trata de una crítica a la tan sobada y cacareada lucha contra el narcotráfico. Se trata, nada más, de no quedarse callados ante la violencia cada vez más cotidiana que se vive en el país.
Les íbamos a poner el enlace a la nota original pero, ¿qué creen? La leímos en Reforma y pues ahí cobran. Ni hablar.
Turco Viejo 
esa foto del cine metropolitan es de esta chica?… o o sabes de quién es?…agradezco tu retroalimenteichon
saludos
Pablo:
La foto es de una pieza de Margolles, pero no la tomó ella. Y no, lamentablemente no tenemos su email.
TV.
Las fotos, como se apunta en el pie de la imagen, son del fotoperiodista Abraham Pérez.
que tal turco, que dices… tengo una duda… esa foto del ya demolido cine metropolitan de quién es?… será de ,argolles?… tienes su email?… saludos
Respetable Turco, puedo decir con orgullo que estuve en la Bienal de Venecia. Es impresionante cómo la gente admira a Teresa por allá. Respecto a las tarjetas para picar cocaína, todo el mundo conoce la situación actual de México, por lo que las reacciones son, efectivamente, de incomodidad. Lo anterior aunado al siempre latente halo lúgubre de Teresa la mexicana, han puesto la tensión y el sinsabor que vivimos los mexicanos, producto del conflicto entre Gobierno y Narco, donde el blanco es el pueblo. Es inevitable sentir pena al encontrar la ensangrentada Bandera Nacional, la misma bandera que saludamos todos los lunes durante la primaria y la secundaria, y aquella que presumimos en los mundiales, como reflejo de nuestra situación narcopolítica. Y qué decir de las mantas bordadas, o de las sábanas para envolcer cadáveres. La cereza en el pastel: tomar un edificio Norteamericano a modo de protesta. Sí. Teresita ha puesto en alto el nombre de México. Pero lo ha puesto sin maquillaje, sin tabúes, sin contemplaciones. Lo ha puesto manchado y ensangrentado.
Gracias por compartir tus impresiones de la exposición. Aquí respetamos a Margolles, sí señor.
TV.